Transportes y comunicaciones

El viaje a Pamplona en el tren Irati duraba dos horas, igual que la vuelta. El motivo era que realizaba un gran número de paradas, recordando que una se encontraba en el mismo Paseo Sarasate. Además del tren estaba los autobuses de la Roncalesa y los de de la Veloz Sangüesina, que iban a diferentes pueblos de la zona. Sus coches, al ser pequeños, se conocían como “la petaca”.

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secuencias de Tomás Machín Extremado