El baile del Iris

Los jóvenes asistían al baile del Iris. La entrada a los chicos costaba una peseta y la de las chicas era gratuita, pero estaban obligadas a bailar con quien se lo pidiera ya que si no podían ser expulsadas por el portero. En una ocasión se interpretó una canción para la que se apagaron las luces. Esto llegó a los oídos del cura, que lo criticó duramente en su sermón.

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secuencias de Tomás Machín Extremado