Bendición de los campos

Los campos se bendecían por San Isidro, cuando se iba a la ermita del Socorro. Narra al respecto una anécdota en la que un hortelano fue obligado a llevar por su madre una rama de olivo, coincidiendo su colocación con la caída de una pedregada.

Compartir
Código embebido:

secuencias de Tomás Machín Extremado