La novena por las almas y la venta de cera

Durante la semana de Todos los Santos se hacía, y se hace, una novena por las almas. Los ricos colocaban, en el lugar que les correspondía, un cestillo con un hacha. Los pobres sin embargo llevaban su candelero y vela desde casa. La cera de dicha vela se guardaba para venderse en la Pastelería Galarza, obteniendo así bizcochos u otros dulces.

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secuencias de Concha Lorés Bambó