Cruces rojas para proteger la casa y comunión una vez al año

En Martes Santo se recogía cera de las velas de la iglesia y se hacían unas cruces rojas que se colocaban en las casas, para proteger. Una vez al año había que comulgar y el cura daba un certificado, que se entregaba el día que se iba a pedir las velas. El cura llegó a a castigar a un fotógrafo por no ir a misa. Algunas mujeres no iban por cuidar a los hijos.

Compartir
Código embebido:

secuencias de José Antonio Goñi Huarte