El garapitero, los cadeneros y los municipales

En Sangüesa en muchas casas vendían su propio vino. Sacaban una señal al balcón con un palo y un papel, como señal de que allí se vendía vino. El garapitero se encargaba de cobrar el impuesto del vino, pero José Antonio cree recordar que a los de Sangüesa no les cobraba sino a los que iban de Aragón a vender a la cooperativa. También estaban los cadeneros que cobraban el arbitrio. Los municipales cobraban los impuestos a los puestos de chucherías.

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secuencias de José Antonio Goñi Huarte