46 Bendiciones
En Santiago ponían una estola y ponían a los animales a pasar por debajo para bendecirlos en San Antón. En San Blas se bendecían los roscos. Un día iban pidiendo las velas por las casas para el Jueves Santo y luego les devolvían el cabo, el último trozo. Encendían ese trozo cuando había tormenta.
Compartir